6 de agosto de 2025 – Tecno Energía TE
La compañía de inteligencia artificial xAI, fundada por Elon Musk, confirmó que solo adherirá al capítulo de “Seguridad y Protección” del Código de Prácticas de la Unión Europea sobre Inteligencia Artificial, y rechazará las secciones de Transparencia y Derechos de Autor, a las que calificó como “perjudiciales para la innovación”.
La decisión, anunciada a través de la red social X, deja en evidencia las tensiones entre los desarrolladores de IA de propósito general y los nuevos marcos regulatorios impulsados por la Unión Europea, particularmente en torno al equilibrio entre innovación, derechos de propiedad intelectual y garantías de seguridad tecnológica.
Un código no vinculante… pero estratégico
El Código de Prácticas de la UE fue diseñado como un marco voluntario para que las empresas puedan anticiparse al cumplimiento de la futura Ley de Inteligencia Artificial del bloque, que sí será legalmente obligatoria. El código está dividido en tres capítulos:
- Transparencia, con obligaciones sobre divulgación de datos, entrenamiento y funcionamiento de modelos.
- Derechos de Autor, en relación con el uso de obras protegidas en la formación de modelos.
- Seguridad, que apunta al desarrollo responsable de modelos avanzados y prevención de riesgos sistémicos.
Mientras Google y Microsoft se mostraron dispuestos a firmar el código completo, y Meta anunció que no lo suscribirá en absoluto, xAI optó por una vía intermedia: adhesión parcial, aceptando las normas de seguridad pero rechazando el resto.
La postura de xAI: apoyo a la regulación, pero con límites
“xAI apoya la seguridad de la IA y firmará el Capítulo del Código de Prácticas sobre Seguridad de la Ley de IA de la UE”, publicó la empresa en X. Pero agregó que “otras partes contienen requisitos profundamente perjudiciales para la innovación, y sus disposiciones sobre derechos de autor son claramente excesivas”.
Esta declaración deja entrever la visión estratégica de Elon Musk: respaldar la gobernanza de IA cuando esta se vincula a evitar riesgos existenciales o tecnológicos, pero oponerse a toda normativa que implique mayor control sobre las fuentes de datos o los modelos de entrenamiento.
La empresa no respondió si reconsiderará su postura ante los otros capítulos del código, ni si su decisión tendrá consecuencias en su operación futura en territorio europeo.
Redacción TE
Desde Tecno Energía TE entendemos que este episodio no es anecdótico: revela el nuevo tablero global de la regulación algorítmica. En él, los grandes actores privados no solo disputan el mercado, sino también el modelo de reglas que determinará qué se puede hacer —y qué no— con la inteligencia artificial.
Europa intenta consolidar un modelo basado en la responsabilidad, la trazabilidad y los derechos ciudadanos. Estados Unidos, con mayor flexibilidad, busca sostener la ventaja competitiva de sus empresas. China, por su parte, propone organismos multilaterales más amplios, como la recién anunciada Organización Mundial de Cooperación en IA.
El caso de xAI refleja el dilema central: ¿cómo garantizar el desarrollo ético y seguro de la IA sin ahogar la innovación? ¿Puede una empresa autorregularse sin estándares externos? ¿Y qué papel jugarán los Estados —y también los países del Sur— en ese ecosistema?
La batalla por la inteligencia artificial no es solo técnica ni económica. Es también una disputa por quién pone las reglas, en qué idioma, y para beneficio de quién.
Fuentes: Redacción TE
- Código de Prácticas de la Unión Europea sobre IA (Comisión Europea, julio 2025)
- Declaraciones oficiales de xAI, publicadas en la red X, 31 de julio de 2025
- Análisis comparado de Indiatimes, Reuters Tech Brief, CNBC y Politico Europe
- Reporte cruzado de declaraciones de Google, Microsoft y Meta en relación con la firma del código
