La provincia de Santa Cruz reforzó su plan minero con el inicio de dos campañas de exploración de uranio consideradas estratégicas.
El primero, conocido como Proyecto Sofía — en las zonas de Meseta Sirven y “El Alto” — retoma la etapa de “cubicación”, destinada a calcular el volumen, el tonelaje y el valor económico del recurso detectado. Este proyecto es desarrollado en conjunto entre la empresa privada Sophia Energy S.A. y la estatal FOMICRUZ S.E..
En paralelo, desde septiembre comenzó la exploración del bloque Caballo Blanco – La Solita, ubicado a unos 140 kilómetros al noroeste de Puerto San Julián. Allí se utilizan técnicas de geofísica avanzada — como espectrometría de rayos gamma — junto con mapeos geológicos y muestreos de suelo para determinar la presencia de uranio.
Desde el gobierno provincial indican que la intención detrás de estas exploraciones es convertir a Santa Cruz en un proveedor nacional de uranio, reduciendo la necesidad de importaciones.
El hallazgo, confirmado recientemente por las autoridades de FOMICRUZ, fue calificado como “muy importante”: el uranio se encontró a poca profundidad —entre 40 centímetros y un metro—, lo que facilita una extracción menos costosa y de menor impacto.
Además, se indicó que muchas muestras arrojan concentraciones de uranio acompañadas de vanadio, lo que podría mejorar la rentabilidad del proyecto al aprovechar ambos minerales.
En declaraciones públicas, representantes de FOMICRUZ estimaron que los recursos detectados podrían alcanzar niveles suficientes para abastecer las centrales nucleares del país durante varias décadas, si se avanza con una explotación responsable y planificada.
Mientras tanto, las tareas de prospección seguirán intensificándose en ambos proyectos, con la meta de certificar reservas hacia fin de año o comienzos del siguiente, lo que permitiría presentar resultados concretos a inversores nacionales e internacionales.
Fuente: La vanguardia Noticias/Redacción TE.
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