La gigante petrolera Shell anunció su decisión de abandonar una de las fases del proyecto Argentina LNG, liderado por la estatal YPF. La firma explicó que dio este paso a raíz de “un cambio significativo en el alcance del proyecto”. 
El motivo del retiro es que la fase en la que participaba Shell fue recortada: su capacidad prevista se redujo de 12 millones de toneladas por año (MTPA) a apenas 6 MTPA. Esa reducción representó, según Shell, una modificación demasiado grande como para seguir adelante bajo los términos originales. 
El proyecto había sumado nuevos actores —entre ellos Eni y la unidad XRG (perteneciente al grupo ADNOC)— que reconfiguraban la estructura de la sociedad detrás del proyecto. Este replanteo generó nuevas dinámicas que, según Shell, modificaron de raíz los supuestos sobre los que se había sumado originalmente. 
Así, Shell decidió “poner en pausa” su participación en los proyectos de GNL en Argentina; no se trata de una declaración de abandono absoluto de inversiones futuras, pero sí de suspender su compromiso actual mientras se redefine el esquema. 
Con la salida de Shell, la franja de 6 MTPA queda sin un socio: la empresa estatal (YPF) ahora debe buscar un reemplazo para esa porción del proyecto. 
Al mismo tiempo, la prioridad para YPF se consolida en la fase de 12 MTPA, que será desarrollada junto a Eni y XRG. Esa etapa —valorada en 20.000 millones de dólares— podría recibir la decisión final de inversión (FID) hacia mediados de 2026. 
Si todo avanza como lo prevén, las exportaciones empezarían alrededor de 2030 o 2031. Más allá del ajuste, YPF mantiene la ambición de que el proyecto total llegue a 18 MTPA. 
El proyecto Argentina LNG apunta a transformar los recursos del yacimiento no convencional Vaca Muerta en uno de los polos exportadores de gas licuado del país mediante la construcción de unidades flotantes de licuefacción (FLNG). 
La alianza con Eni y XRG —ambos con experiencia internacional en proyectos de LNG— busca aportar tecnología, financiación y respaldo internacional para que la fase de exportación sea competitiva globalmente. 
Desde YPF estiman que, con los plazos definidos, el proyecto será rentable y podría traducirse en dividendos para la empresa hacia 2028 o 2029, condicionados al comportamiento de los precios del petróleo y del gas. 
Fuente: Econojournal/Redacción TE.
