Un equipo de científicos de la Universidad de Stanford dio un paso clave en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora (BCI), al lograr traducir en tiempo real el “habla interna” —el monólogo mental que no se vocaliza— de personas con trastornos motores severos.
La investigación, realizada en cuatro pacientes, utilizó implantes capaces de registrar señales neuronales en la corteza motora y convertirlas en palabras. A diferencia de tecnologías previas, que requerían grandes esfuerzos para articular sonidos, este sistema identificó palabras pensadas en silencio, con un vocabulario potencial de hasta 125.000 términos y una precisión que, según el caso, osciló entre el 46% y el 74%.
Los expertos comprobaron que el cerebro activa patrones similares durante el habla pronunciada y la interna, aunque esta última genera señales más débiles. Al aislarlas, fue posible reconstruir oraciones y convertirlas en audio, permitiendo una comunicación sin necesidad de movimiento físico.
Uno de los voluntarios alcanzó una precisión cercana al 99% al utilizar una “contraseña mental” —la frase chitty chitty bang bang— para encender o apagar el sistema, un avance que busca proteger la privacidad y evitar la decodificación involuntaria.
El estudio, no obstante, expuso desafíos éticos. Se detectaron casos de habla interna no intencional, como contar figuras mentalmente, lo que abre interrogantes sobre la “privacidad cognitiva” en un futuro donde los pensamientos podrían ser accesibles. Para reducir riesgos, el equipo incorporó filtros y protocolos que requieren la intención explícita del usuario para iniciar la decodificación.
El investigador principal, Kunz, subrayó que el objetivo inmediato es mejorar la comunicación de personas con discapacidad, pero reconoció que la tecnología también acerca a la humanidad a un escenario inédito: la posibilidad de “leer” pensamientos sin pronunciarlos.
Fuente: Noticias holisticas/Redacción TE.
