Un informe reciente de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) confirma que el 91 % de toda la nueva capacidad de energía instalada en el mundo durante 2024 fue más barata que su equivalente fósil. El costo nivelado de energía (LCOE) para la solar y la eólica cayó hasta niveles históricos, situándose entre los US $0.034 y US $0.043 por kilovatio/hora.
Esto marca un verdadero punto de inflexión: por primera vez, las energías renovables no solo son más limpias, sino también más baratas que los combustibles fósiles. La baja de costos se debe a economías de escala, mejoras tecnológicas y políticas públicas sostenidas en países como China, India y Brasil. Incluso regiones de África han logrado instalar parques solares con costos inferiores al gas.
El informe de IRENA sostiene que esta tendencia continuará y se profundizará, gracias a inversiones récord en almacenamiento energético, digitalización de redes y nuevas tecnologías como el hidrógeno verde. En paralelo, los subsidios a los fósiles siguen representando una distorsión de mercado que impide una transición más rápida en algunas regiones.
Para Argentina, esta noticia puede leerse como una oportunidad y una advertencia. Por un lado, el país cuenta con recursos naturales excepcionales en solar (NOA), eólica (Patagonia) e hidroeléctrica. Por otro, la falta de financiamiento y marcos regulatorios estables frena inversiones que podrían transformar la matriz energética nacional y reducir la dependencia del gas.
La caída global de costos en renovables representa una oportunidad única para que Argentina recupere protagonismo regional en la transición energética, genere empleo verde y atraiga inversiones limpias a gran escala.
Fuente: IRENA / Argus Media, julio 2025. Redacción TE.