Tras la reciente gira del presidente Javier Milei por Estados Unidos, Argentina obtuvo un fuerte respaldo financiero de los principales organismos multilaterales. Tanto el Banco Mundial como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunciaron nuevos programas de asistencia que, en los próximos meses, podrían traducirse en desembolsos por más de 8.000 millones de dólares destinados a fortalecer sectores clave de la economía.
El Banco Mundial confirmó un paquete de apoyo por unos 4.000 millones de dólares, que será canalizado a través del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), la Corporación Financiera Internacional (IFC) y la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA).
Los fondos se orientarán tanto al sector público —con proyectos de modernización tributaria, educación, empleo e infraestructura— como al privado, apuntando a energía, minerales críticos, agroindustria, turismo y financiamiento para PyMEs.
Por su parte, el BID aprobó operaciones por 2.900 millones de dólares para el sector público —en apoyo a reformas estructurales— y otros 1.000 millones canalizados por BID Invest para inversiones privadas en energía, minería, salud y conectividad.
Neuquén, epicentro de Vaca Muerta, lidera entre las provincias más favorecidas. Con tres proyectos RIGI vinculados a hidrocarburos, el sector energético concentra el 17% del empleo provincial.
Catamarca, Salta y Jujuy conforman el núcleo del “triángulo del litio”. Catamarca y Salta ya presentaron tres proyectos RIGI cada una, mientras que Jujuy —pionera en la producción de litio— necesita reforzar infraestructura y conectividad para sostener su crecimiento.
En San Juan, donde la minería de cobre y oro tiene larga trayectoria, se registran cuatro proyectos RIGI. Y Río Negro, con tres proyectos activos, combina potencial hidrocarburífero, industrial y de energías renovables.
Entre las provincias con beneficios moderados, se destacan Buenos Aires, Chubut y Santa Cruz, gracias a su diversificación productiva, sus proyectos en energía y su infraestructura logística.
En tanto, Córdoba, Santa Fe y Mendoza podrían captar fondos en sectores como agroindustria, turismo e infraestructura, aunque con menor intensidad que las regiones mineras o energéticas.
Finalmente, Misiones y Tierra del Fuego podrían aprovechar programas enfocados en turismo y desarrollo sostenible, sectores claves en sus economías locales.
Más allá del reparto inmediato de inversiones, los especialistas anticipan que estos programas podrían reconfigurar las matrices productivas regionales en los próximos años.
Con el impulso de los organismos multilaterales y el interés privado reflejado en el RIGI, Argentina busca consolidar un modelo basado en la exportación de energía, minerales y valor agregado industrial, con impacto directo en el empleo y el desarrollo territorial.
Fuente: Economis/Redacción TE.




