Mientras Vaca Muerta consolida su rol como motor del crecimiento energético argentino, el desafío del sector se centra en la infraestructura, la logística y la eficiencia. En ese escenario, New American Oil (NAO) se afirma como un actor clave del midstream nacional, con más de dos décadas de experiencia y operaciones estratégicas en Neuquén.
Fundada en 2000, NAO se consolidó como una empresa argentina con una visión integral del negocio energético, abarcando refinación, transporte, almacenamiento y distribución. Su refinería en Plaza Huincul es hoy un punto neurálgico dentro de la cadena de valor de Vaca Muerta, conectando la producción con los principales centros de consumo y las rutas de exportación del país.
Desde su planta de Plaza Huincul, la compañía procesa y distribuye combustibles con altos estándares de calidad y seguridad. La refinería cuenta con infraestructura para el manejo de cargas líquidas y sólidas, asegurando trazabilidad en cada despacho y garantizando el abastecimiento a distintos sectores del mercado.
A ello se suma la planta de inyección y bombeo Challaco, conectada al oleoducto OLDELVAL, que permite una evacuación ágil y segura del crudo. Su ubicación en el corazón neuquino brinda a NAO una ventaja competitiva para integrarse al flujo logístico de Vaca Muerta y fortalecer la conexión con las terminales portuarias de exportación.
Con una flota propia para el transporte de crudo y combustibles, la empresa ofrece servicios midstream integrales que aseguran continuidad operativa y eficiencia logística, factores decisivos para la competitividad de toda la cadena energética.
Además, su posición geográfica —a solo 650 kilómetros de los puertos de Bahía Blanca y Concepción (Chile)— le permite optimizar rutas y costos, potenciando la integración energética regional entre Argentina y los mercados vecinos del Atlántico y el Pacífico.
NAO impulsa un modelo de gestión sustentable, basado en la eficiencia energética, la seguridad industrial y el respeto ambiental. Su política de sostenibilidad se apoya en tres ejes:
Prevención y seguridad laboral: programas permanentes de capacitación para promover una cultura de prevención activa.
Cuidado ambiental: incorporación de tecnologías limpias que reducen emisiones y optimizan recursos.
Gestión responsable: monitoreo continuo de indicadores de calidad, seguridad y medio ambiente, bajo estándares nacionales e internacionales.
Desde la compañía destacan que la transición energética y la sostenibilidad son caminos complementarios, y no objetivos en tensión.
Fuente: InfoEnergía/Redacción TE.




