Un reciente informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA-CONICET revela que el costo de los servicios públicos para un hogar promedio del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se disparó en los últimos meses, superando con creces la inflación general.
El aumento acumulado: desde diciembre de 2023, la canasta de servicios (luz, gas, agua y transporte) subió más del 500 %, mientras que los precios generales aumentaron alrededor de 160–170 % en el mismo período.
Tasa de 2025: en lo que va del año, las tarifas subieron un 34 %, frente a una inflación de 19 % según el IIEP. Gasto mensual: En noviembre de 2025, un hogar promedio sin subsidios destinó $174.000 para afrontar su factura de servicios básicos. Subsidios en caída: El Estado redujo los subsidios reales en un 44% hasta noviembre de 2025, según el mismo informe.
Cobertura tarifaria: En promedio, los hogares del AMBA pagan aproximadamente el 52 % del costo técnico de los servicios; el resto lo absorbe el Estado. Presión de gastos: De acuerdo con los reportes, el transporte representa una porción creciente del gasto familiar, mientras que los precios de luz, gas y agua también han registrado alzas significativas.
El alza constante de estas tarifas significa un golpe directo al presupuesto familiar. Muchas familias, especialmente aquellas sin subsidios o con subsidios reducidos, enfrentan facturas cada vez más pesadas que consumen una parte importante de sus ingresos.
Además, la fuerte caída en el apoyo estatal (subsidios) deja aún más vulnerables a los hogares, que deben asumir un mayor porcentaje del costo real del servicio. Esto genera tensiones entre las metas fiscales del gobierno y el impacto social del ajuste tarifario.
Si continúan estos aumentos tarifarios, el costo para los hogares podría volverse insostenible, especialmente para los sectores de ingresos medios y bajos. La contracara del recorte de subsidios puede ser un aumento en la protesta social o una demanda por mecanismos de alivio (tarifas sociales, nuevas políticas de subsidios, programas de eficiencia energética).
Para el Estado, el desafío es equilibrar la reducción del gasto fiscal con el mantenimiento de un acceso razonable a los servicios básicos para la población.
Fuente: INFOBAE/Redacción TE.




