La inteligencia artificial (IA) empieza a ganar protagonismo en el mercado inmobiliario y ya muestra su potencial para cambiar la forma en que se buscan propiedades, se interpretan preferencias de los usuarios y se gestionan procesos clave del sector. Desde buscadores más intuitivos hasta la posible redacción automatizada de contratos de alquiler, la tecnología avanza sobre un rubro tradicionalmente dominado por métodos manuales.
Uno de los desarrollos recientes más destacados es un buscador inmobiliario impulsado por IA capaz de interpretar consultas escritas en lenguaje natural. A diferencia de los sistemas tradicionales basados en filtros rígidos, esta herramienta permite que los usuarios expresen sus necesidades de forma cotidiana, incluso con errores de ortografía o modismos regionales, y traduce esos textos en criterios precisos de búsqueda.
De este modo, una frase como “alquilo un dos ambientes cerca del centro, luminoso y con balcón” es procesada por el sistema, que identifica automáticamente variables como tipo de operación, ubicación, características del inmueble y rango de precios. El resultado es una búsqueda más rápida, precisa y cercana a la forma en que las personas piensan y se comunican.
Según explican sus desarrolladores, uno de los principales desafíos fue definir qué modelo de inteligencia artificial utilizar y cómo implementarlo, ya sea en infraestructura propia o a través de servicios externos, teniendo en cuenta los costos y la capacidad de procesamiento que requieren este tipo de soluciones.
Pero la aplicación de la IA en el sector inmobiliario no se limita a la búsqueda de propiedades. En una segunda etapa, estas tecnologías podrían asistir en la redacción de contratos de alquiler, generar borradores ajustados a parámetros legales y preferencias de las partes, o incluso mejorar la presentación de los inmuebles mediante técnicas de “virtual staging”, que permiten amueblar y ambientar digitalmente las viviendas.
A nivel internacional, grandes plataformas inmobiliarias ya comenzaron a incorporar búsquedas conversacionales y herramientas basadas en IA para analizar tendencias de mercado, estimar valores de propiedades y optimizar la atención al cliente.
Especialistas coinciden en que la inteligencia artificial no viene a reemplazar el rol de los agentes inmobiliarios, sino a complementar su trabajo. Al automatizar tareas repetitivas y agilizar el análisis de información, la tecnología libera tiempo para que los profesionales se concentren en el asesoramiento, la negociación y la toma de decisiones estratégicas.
En un contexto de cambios acelerados, la incorporación de inteligencia artificial marca el inicio de una nueva etapa para el mercado inmobiliario, donde la tecnología comienza a ocupar un lugar central en la experiencia de búsqueda y gestión de viviendas.
Fuente: Diario Río Negro/Redacción TE.
