Un nuevo estudio internacional expone las condiciones laborales del personal argentino que entrena modelos de inteligencia artificial, revelando brechas, desprotección legal y un nuevo tipo de precariedad laboral digital.
Por Redacción TE – 7 de julio de 2025
Mientras la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados en múltiples sectores productivos, educativos y tecnológicos, una nueva investigación revela una cara menos visible de esa revolución: la realidad de los trabajadores humanos que entrenan, supervisan y alimentan esos sistemas.
El estudio se titula “Invisible, Essential, Exploited? Working Conditions of AI Data Workers in Argentina” y fue publicado recientemente en arXiv.org, repositorio académico de acceso abierto. Su autora es la investigadora argentina Catalina Fernández Carrera, vinculada a instituciones europeas de sociología del trabajo y tecnología.
Entrenadores invisibles
El informe se basa en entrevistas profundas a trabajadores argentinos que prestan servicios para plataformas globales de IA como Amazon Mechanical Turk, Appen o Scale AI, entre otras. Si bien las tareas son claves para el funcionamiento de sistemas inteligentes (etiquetado de imágenes, moderación de contenido, revisión de datos, corrección de textos, identificación de sesgos), estos trabajadores:
- No figuran en los créditos ni en los papers que usan sus datos.
- Cobran montos muy inferiores al salario mínimo argentino.
- Trabajan sin contrato, sin obra social, ni derechos laborales claros.
- Son evaluados por algoritmos y sufren bloqueos sin justificación.
- Carecen de canales legales para denunciar abusos.
“Hacemos tareas que ningún algoritmo puede resolver solo. Pero el sistema no nos reconoce como parte del proceso”, señala uno de los entrevistados en el informe.
IA: ¿una nueva forma de tercerización global?
El trabajo plantea una pregunta inquietante: ¿la economía de la inteligencia artificial reproduce las mismas lógicas de precarización y desigualdad que otras formas de tercerización digital?
En Argentina, donde el capital humano en tecnología es reconocido mundialmente, estos trabajadores se encuentran mayormente invisibilizados. Muchos tienen formación técnica, pero trabajan de manera informal, fragmentada y aislada.
Según el estudio, el hecho de que trabajen para plataformas radicadas fuera del país, sin vínculo contractual local, genera un “vacío jurídico” que los deja fuera del sistema formal. Es una “uberización silenciosa” de la IA.
La urgencia de una regulación
Los hallazgos refuerzan el debate urgente sobre cómo regular los derechos laborales en el contexto de la inteligencia artificial y el trabajo digital.
En la Argentina, los proyectos de ley sobre datos personales, inteligencia artificial y derechos digitales todavía no contemplan explícitamente la situación de los data workers o entrenadores humanos. Sin embargo, desde sectores académicos y jurídicos ya se empieza a exigir su incorporación como sujetos de derecho en el ecosistema de la IA.
“Es esencial que el Estado, las universidades y las organizaciones sindicales comiencen a prestar atención a esta forma emergente de empleo”, sostiene Fernández Carrera en las conclusiones del trabajo. Y remata: “Sin justicia laboral en la base, no habrá inteligencia artificial verdaderamente ética ni sustentable”.