Google dio hoy un paso histórico en la transición energética global al anunciar la firma del primer contrato corporativo para adquirir energía proveniente de fusión nuclear. El acuerdo fue establecido con la empresa Commonwealth Fusion Systems (CFS), una spin-off del MIT que lidera la carrera por convertir la fusión en una fuente viable y comercial de energía limpia.
El contrato contempla la compra de 200 MW de energía provenientes del proyecto ARC, una futura planta que se construirá en Virginia (EE.UU.) y que espera comenzar a operar a principios de la próxima década. Si bien la fusión aún está en etapa experimental, este acuerdo marca un hito en la validación de esta tecnología como parte de la matriz energética del futuro.
Google apuesta a utilizar esta energía para alimentar sus centros de datos y operaciones de inteligencia artificial, contribuyendo a sus objetivos de carbono neutralidad. El anuncio refuerza la tendencia de las grandes tecnológicas a liderar el financiamiento y adopción de nuevas fuentes energéticas.