Mientras la mayoría de los sectores productivos continúan resentidos por la recesión, la energía y la minería volvieron a destacarse en julio con fuertes incrementos en sus niveles de actividad, alcanzando cifras récord desde que se llevan registros oficiales.
De acuerdo con el INDEC, el Índice de Producción Industrial (IPI) minero creció 1,6% frente a junio y alcanzó el máximo desde 2017. En la comparación interanual, el avance fue del 8,2%, el más alto en más de un año.
La producción de petróleo se disparó 19,4% interanual, hasta los 3.981 miles de metros cúbicos, con un salto de 30,9% en el segmento no convencional, que ya representa casi dos tercios del total. También la extracción de gas natural mostró una expansión, con 5.036 millones de metros cúbicos en el mes, impulsada principalmente por Vaca Muerta y la ampliación de la red de ductos que facilita el transporte hacia los centros de consumo y exportación.
En minería, el litio volvió a ser protagonista con un incremento del 63% interanual en la producción de carbonato. También se destacaron subas en yeso y arcilla, favorecidas por la incipiente recuperación de la construcción, mientras que la extracción de oro y plata avanzó 13,7%.
Estos resultados confirman la tendencia de desacople de los sectores energético y minero respecto del resto de la economía y los posicionan como los grandes impulsores de la actividad durante la gestión de Javier Milei.
Fuente: Ámbito/ Redacción TE.