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jueves, septiembre 18, 2025

El liderazgo en tiempos de Inteligencia Artificial: cinco claves para no volverse irrelevante

Por Nicolás José Isola — Publicado originalmente en La Nación, 10 de julio de 2025

El avance de la Inteligencia Artificial (IA) no representa únicamente una revolución tecnológica, sino una interpelación profunda al concepto mismo de liderazgo. No se trata solo de incorporar nuevas herramientas, sino de transformar mentalidades, cuestionar narrativas y redefinir el sentido del rol directivo. ¿Qué sucede cuando las tareas que definían nuestra identidad profesional ahora las realiza una máquina?

Un ejemplo claro es el caso de Tomás, CEO de una importante empresa industrial en el Cono Sur. Hace medio año aprobó una fuerte inversión en automatización e IA con la promesa de optimizar procesos sin despedir a nadie. Sin embargo, el impacto fue inesperado: líderes intermedios se sintieron desplazados, crecieron los conflictos internos y la productividad se resintió. No era la tecnología el problema, sino el modo en que se había gestionado el cambio. La IA se implementó sin la “inteligencia emocional” necesaria para acompañar el proceso humano.

A partir de esa experiencia, Tomás cambió su estilo: priorizó las preguntas por sobre las certezas, habilitó conversaciones difíciles y puso en el centro a las personas. Porque liderar, en este nuevo contexto, ya no es solo tomar decisiones ágiles o dominar nuevas herramientas, sino acompañar transiciones humanas. Estas son cinco claves para no volverse irrelevante en la era de la IA:

1. Redefinir el poder como plasticidad cognitiva.

El liderazgo ya no se basa en el control o la experiencia acumulada, sino en la capacidad de desaprender, adaptarse y formular nuevas preguntas. Hoy, la agilidad mental es más valiosa que la experiencia técnica. Quizás nunca como ahora la filosofía haya sido tan importante como la programación.

2. Revisar la narrativa profesional.

Muchos ejecutivos aún lideran desde relatos que ya no se ajustan a la realidad. “Yo soy el que resuelve” o “mi experiencia me respalda” son frases que alguna vez sirvieron, pero que ahora pueden quedar obsoletas. Entender qué habilidades son realmente insustituibles es esencial para no quedar fuera del juego.

3. Pasar de la transformación digital a la transformación relacional.

No alcanza con implementar herramientas como ChatGPT: el verdadero reto es acompañar a quienes temen ser reemplazados por ellas. La gestión del cambio exige habilidades blandas: empatía, comunicación, escucha activa y capacidad para sostener la incertidumbre.

4. Liderar desde la conciencia, no desde la urgencia.

No se trata de correr detrás de cada innovación, sino de hacer las preguntas fundamentales: ¿qué tipo de humanidad queremos conservar mientras la IA se expande? La calidad del liderazgo se medirá por la profundidad de esta reflexión, no por el número de licencias de software adquiridas.

5. Entrenar el coraje.

La IA no tiene valentía. No puede decidir sin certezas ni afrontar lo incierto. El liderazgo humano encuentra su valor en la capacidad de poner el cuerpo donde los algoritmos no llegan. El coraje es, más que nunca, una ventaja competitiva.

El liderazgo en esta nueva era requiere más humanidad, más audacia, más escucha. Tal vez nunca pensamos que el cambio sería tan profundo. Pero ahora estamos aquí. Y esto, recién empieza.

Fuente: La Nación — Publicado el 10 de julio de 2025

Autor: Nicolás José Isola

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