Un reciente relevamiento sobre la producción de petróleo no convencional en Vaca Muerta muestra que únicamente cuatro bloques concentran cerca del 58 % del total nacional extraído bajo esta modalidad.
Las cuatro concesiones con mayor producción son Loma Campana (operada por YPF junto con Chevron): con alrededor de 86.400 barriles diarios, representa 18 % del shale oil nacional. La Amarga Chica (YPF / Petronas): aporta unas 69.600 bbl/día (≈ 14 %). Bajada del Palo (operada por Vista Energy): produce cerca de 63.900 bbl/día (≈ 13 %). Bandurria Sur (YPF, con participación de Shell y Equinor): ronda los 60.800 bbl/día (≈ 13 %).
Estos cuatros bloques concentran la mayor parte del crudo no convencional extraído en el país, destacándose como los ejes del “boom” petrolero de la formación.
El auge del petróleo no convencional –también conocido como shale oil– se acentuó en los últimos años, con un protagonismo creciente dentro de la matriz energética argentina.
De hecho, en 2025 la producción de crudo convencional muestra una baja sostenida, mientras que Vaca Muerta y sus áreas de mayor rendimiento sostienen e incluso expanden el output.
Alta concentración de producción: que pocas áreas concentren la mayoría de la producción implica que el desempeño y mantenimiento de esos bloques será clave para la estabilidad energética.
Dependencia de pocos actores: empresas como YPF, Vista Energy, Shell, Chevron y asociadas cargan con la responsabilidad de sostener la extracción no convencional. Riesgos y desafíos: una concentración tan marcada puede generar vulnerabilidades frente a fluctuaciones del mercado, costos operativos, infraestructura de transporte, e incluso tensiones ambientales o regulatorias.
Fuente: Diario Neuquino/Redacción TE.




