En medio de una histórica ola de frío polar que castiga a gran parte del país, el Gobierno nacional dispuso recortes de suministro de gas natural a industrias, suspendió parcialmente contratos con generadoras térmicas y anunció una reforma estructural del sistema energético, con la unificación de entes reguladores y una desregulación parcial del mercado eléctrico.
La medida de mayor impacto fue publicada el viernes pasado mediante el Decreto 450/2025, que avanza en la modificación de las leyes 15.336 y 24.065, permitiendo una mayor participación privada en generación, transporte y distribución eléctrica, junto a un esquema que “simplifica normas obsoletas y fomenta la inversión”, según fuentes oficiales.
ENRE y ENARGAS: hacia un superente regulador
Una de las principales decisiones del Ejecutivo fue la fusión del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS). Ambos organismos quedarán bajo una nueva figura aún no reglamentada, pero que respondería a una autoridad única con dependencia directa de la Secretaría de Energía.
El objetivo, según explicaron desde el Ministerio de Economía, es reducir la burocracia, unificar criterios regulatorios y mejorar el control sobre tarifas, inversiones y calidad de servicio. Sin embargo, especialistas advierten que la concentración de funciones podría derivar en menor capacidad técnica de supervisión, pérdida de autonomía regulatoria y un riesgo para el equilibrio federal del sistema.
Cortes de gas en ciudades del interior
El contexto de estas medidas es crítico. En los últimos días, varias ciudades de la Patagonia, Cuyo, Córdoba y el norte del país registraron restricciones en el suministro de gas natural, afectando a industrias, estaciones de servicio e incluso algunas escuelas. Las distribuidoras priorizan el abastecimiento residencial para calefacción, pero la situación pone al límite la infraestructura de transporte y la planificación energética.
En algunos casos, se suspendieron temporalmente contratos de abastecimiento a generadoras térmicas privadas para derivar el gas al uso domiciliario. Esto afecta la capacidad de producción de energía eléctrica y obliga a una mayor dependencia de combustibles líquidos, más caros y contaminantes.
Reformas estructurales: oportunidad o urgencia
El decreto oficial, que desregula parcialmente el mercado eléctrico, incluye la habilitación para que actores privados participen en áreas antes reservadas al Estado y promueve esquemas de competencia en generación y comercialización. También simplifica procesos de licitación y contratación de obras estratégicas.
Aunque algunos sectores empresariales celebran la medida como un paso necesario para destrabar inversiones y atraer capital, organizaciones técnicas y especialistas en derecho energético plantean dudas sobre la falta de debate legislativo, el impacto federal de las reformas y la ausencia de una visión integral entre generación, transporte y consumo.
El desafío de equilibrar lo urgente con lo estratégico
La simultaneidad entre los recortes de gas por escasez física y la aprobación de reformas estructurales refleja una tensión creciente entre las decisiones de coyuntura y los desafíos de largo plazo en materia energética.
Argentina necesita modernizar su matriz, ampliar redes, estabilizar tarifas, y al mismo tiempo atender la demanda residencial que se dispara en cada crisis climática. En ese contexto, cualquier medida que altere el funcionamiento del sistema —como la fusión de entes o la apertura a privados— debe estar acompañada de planificación, consenso y garantías técnicas.
Mientras tanto, las ciudades que hoy enfrentan cortes saben que, más allá de los decretos, el invierno recién empieza.
Por Redacción TE – 7 de julio de 2025