Un relevamiento realizado por Fundar y el Centro de Estudios para la Política Económica (CEPE-Di Tella) muestra que la inteligencia artificial (IA) comienza a consolidarse en la vida cotidiana y laboral de los argentinos, aunque su adopción se concentra en los sectores más jóvenes y con mayor nivel educativo e ingresos.
Según la encuesta, 45% de las personas ya utiliza herramientas de IA con fines personales, mientras que 22% considera incorporarlas próximamente. En el ámbito laboral, 27% afirma emplearlas en su trabajo y 36% planea hacerlo en el futuro cercano.
“La adopción se concentra en los segmentos más jóvenes y con mayor nivel educativo e ingresos, lo que evidencia una brecha de capacidades digitales”, señala el informe.
Uso y perfil de los usuarios
La investigación muestra una clara correlación entre el uso de IA, la educación y el ingreso económico: 59% de los sectores de mayores ingresos la utiliza, frente a 45% de los ingresos medios y 30% de los bajos. En cambio, no se detectaron diferencias significativas por género.
Por generaciones, la Generación Z (de 13 a 28 años) lidera el uso con 64%, seguida por los millennials (45%), Generación X (38%) y baby boomers (29%).
Impacto en la productividad
Entre quienes aplican IA en sus tareas, 62% afirma que logra los mismos resultados en menos tiempo, 27% realiza más tareas gracias a estas herramientas y solo 7% no percibe mejoras.
Las plataformas más utilizadas son ChatGPT (78%), Gemini (39%), Meta AI/Llama (26%) y Copilot (9%). Además, 82% de los usuarios laborales accede a versiones gratuitas, mientras que solo 6% utiliza servicios pagos cubiertos por la empresa.
Para qué se usa
Los principales fines del uso de IA son la búsqueda de información (69%), la generación de contenido (37%), la traducción o síntesis de textos (36%) y el apoyo terapéutico o conversación libre (20%).
En cuanto al nivel de conocimiento, 40% se considera con habilidades básicas, otro 40% intermedio y 12% avanzado.
El estudio, basado en 1.589 casos, se realizó entre agosto y septiembre de 2025 y ofrece un diagnóstico actualizado sobre cómo la sociedad argentina empieza a integrar la inteligencia artificial en su vida diaria y profesional.
Fuente: CEPE Di Tella/fundar políticas/Redacción TE.




