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martes, octubre 21, 2025

Channel 4 presentó a una conductora creada por IA y reabrió el debate sobre el futuro del periodismo

La televisión británica vivió un hecho inédito: una presentadora generada por inteligencia artificial condujo un documental completo en horario central. Su última frase, tan breve como inquietante, fue: “No existo”.

El episodio formó parte del programa de investigación Dispatches, emitido por Channel 4, y buscó reflexionar sobre el impacto de la automatización en el empleo. La anfitriona virtual, Aisha Gaban, de apariencia hiperrealista, abrió el documental titulado “¿Me quitará la IA mi trabajo?” con un mensaje directo:

“La inteligencia artificial afectará la vida de todos en los próximos años. Y a algunos, les hará perder sus trabajos… quizá incluso a presentadoras como yo”.

Durante casi una hora, Gaban recorrió los efectos de la IA en sectores como el derecho, la música, la moda y la medicina. Solo al final reveló su verdadera naturaleza digital: su imagen, voz y movimientos fueron completamente generados por algoritmos. “No estuve en ningún lugar para cubrir la noticia”, aclaró.

La iniciativa provocó un intenso debate sobre los límites del uso de la IA en los medios. Louisa Compton, jefa de noticias de Channel 4, aseguró que la cadena no planea reemplazar presentadores humanos:

“Nuestra prioridad sigue siendo el periodismo verificado, imparcial y de confianza, algo que la IA no puede ofrecer”.

Para la emisora, el experimento funciona como una advertencia sobre el potencial engañoso de estas herramientas, capaces de generar contenidos indistinguibles de los reales.

Un fenómeno que se expande

Aunque el caso británico llamó la atención por su enfoque reflexivo, no es el primero. Desde 2018, la agencia estatal Xinhua de China utiliza presentadores digitales las 24 horas. Experiencias similares se han replicado en India, Kuwait y Tailandia, donde se priorizan la reducción de costos y la continuidad informativa.

En la mayoría de los casos, sin embargo, la inteligencia artificial opera “detrás de escena”: redactando boletines automatizados, verificando datos o asistiendo en tareas de edición. Herramientas como Cyborg de Bloomberg o Quakebot del Los Angeles Times son ejemplos de IA aplicada al periodismo de apoyo, no de reemplazo.

El caso de Aisha Gaban revive una pregunta central: ¿hasta dónde es ético automatizar la voz de los medios?

Con la proliferación de deepfakes y contenidos generados sin supervisión humana, la confianza del público se convierte en el principal desafío de la era digital.

Lo que Channel 4 presentó como experimento, podría anticipar un futuro en el que el límite entre la noticia y la simulación sea cada vez más difícil de distinguir.

Fuente: Clarín/Redacción TE.

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