Brasil está desplegando una estrategia ambiciosa para convertirse en líder regional en inteligencia artificial (IA) mediante la combinación de tecnología y energía limpia. A diferencia de otros países que enfrentan debates internos sobre el costo ambiental del avance digital, Brasil busca aprovechar su matriz energética renovable (más del 90 % de origen hídrico y eólico) para atraer inversiones de las grandes tecnológicas.
Gigantes como Amazon, Microsoft y ByteDance han puesto la mira en territorio brasileño para instalar centros de datos alimentados por energías renovables, apostando a un desarrollo sostenible que cumpla con los estándares internacionales de bajas emisiones. Se estima que estas inversiones podrían superar los 4.000 millones de dólares en los próximos años, consolidando a Brasil como hub regional en IA y procesamiento de datos.
El gobierno de Lula da Silva ha entendido que la infraestructura energética limpia es un valor diferencial en un contexto donde los países avanzados buscan reducir su huella de carbono. Además, Brasil trabaja para ofrecer condiciones impositivas favorables y marcos regulatorios que estimulen la instalación de data centers alineados con estándares medioambientales.
Sin embargo, este crecimiento enfrenta desafíos. El cambio climático ha puesto bajo presión a la hidroelectricidad brasileña, afectada por sequías prolongadas. Esto obligará a diversificar la matriz renovable con más generación solar y eólica, al tiempo que se busca fortalecer las redes eléctricas para sostener la demanda futura.
Para Argentina, este caso es un llamado de atención. La combinación de energía limpia, políticas pro-tecnología y estabilidad jurídica es el nuevo estándar para atraer inversiones globales en IA. La región empieza a jugar fuerte en esta carrera, y el modelo brasileño ya marca el camino.
Fuentes: Time Magazine, The Guardian, Travel and Tour World. Redacción TE.