Por Redacción TE – 9 de agosto de 2025
En un contexto global marcado por la incertidumbre geopolítica, la escasez energética y la reconfiguración de las cadenas de valor, Argentina y Brasil emergen como socios clave para impulsar el desarrollo regional. A pocos días del CAMBRAS Business Day, que se realizará el 26 de agosto en Buenos Aires, el debate sobre cómo fortalecer la agenda bilateral cobra un renovado protagonismo.
Juntos, los dos países concentran más del 70 % del PBI del Mercosur y producen más del 60 % de la proteína vegetal de Sudamérica. Brasil sigue siendo el principal socio comercial de Argentina, y la convergencia entre sus industrias energéticas y agroindustriales abre un horizonte de oportunidades concretas.
Con las vastas reservas de gas no convencional de Vaca Muerta, Argentina tiene capacidad para convertirse en un proveedor estructural de energía para la región. Brasil, que busca diversificar su matriz energética, ya inició en 2025 las primeras importaciones de gas argentino a través del gasoducto Norte.
El atractivo es claro: el gas nacional puede ser hasta un 50 % más competitivo que el GNL que Brasil importa de otros continentes. A la vez, la menor provisión boliviana —que en 2024 cayó un 60 %— deja espacio para que Argentina gane mercado, siempre que se concreten obras de infraestructura y se reduzcan trabas regulatorias.
Agroindustria: una alianza para competir globalmente
La demanda internacional de alimentos seguros, trazables y sostenibles impulsa la necesidad de una oferta regional integrada. Desde la biotecnología y la estandarización ambiental, hasta la optimización logística, la cooperación agroindustrial entre Argentina y Brasil podría mejorar la competitividad del bloque y abrir nuevos mercados.
El demorado acuerdo Mercosur–Unión Europea, junto con el avance de Brasil en pactos como el firmado con la EFTA, configura un escenario en el que la apertura controlada podría beneficiar a ambos países. El desafío para Argentina será articular al sector público y privado en torno a una estrategia común que trascienda la exportación primaria y apueste a la integración en cadenas de valor regionales.
Las oportunidades están a la vista, pero requieren visión de largo plazo, proyectos binacionales y voluntad política. En un mundo en transición, Argentina y Brasil tienen la posibilidad de pasar de ser socios comerciales a convertirse en verdaderos aliados estratégicos.
Fuente: Nota de opinión de Analía Canale, Directora Ejecutiva de CAMBRAS (El Cronista). Redacción TE.