La Cancillería argentina emitió este jueves una declaración en la que expresa su más enérgico rechazo a la decisión de las compañías Rockhopper Exploration y Navitas Petroleum de avanzar hacia la etapa productiva del yacimiento offshore Sea Lion, ubicado en la Cuenca Norte de las Islas Malvinas, un área marítima sobre la cual Argentina mantiene un reclamo de soberanía. 
En el comunicado oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores, que conduce Pablo Quirno, cuestiona que ambas petroleras —una británica y otra israelí— operen bajo licencias que considera ilegítimas, otorgadas por las autoridades isleñas sin el permiso del Estado argentino. La Cancillería recordó que cualquier actividad de exploración y extracción de hidrocarburos en la plataforma continental argentina debe contar con la autorización correspondiente del país. 
El texto difundido por el Palacio San Martín afirma que la Argentina rechaza “todos los actos conexos vinculados al avance hacia la fase productiva del proyecto”, incluyendo la adopción de normativas isleñas, otorgamiento de concesiones, contratación de servicios y demás medidas relacionadas con lo que considera actividades ilegales de explotación. 
Rockhopper Exploration y Navitas Petroleum han mantenido planes para desarrollar el campo Sea Lion, descubierto hace más de 15 años, con expectativas de iniciar producción en los próximos años. Este proyecto representa uno de los principales esfuerzos de explotación petrolera en la región reclamada por Argentina. 
La decisión de las empresas —y el rechazo argentino— ocurre en un contexto de tensiones diplomáticas ante inversiones extranjeras en áreas disputadas, que involucra no solo cuestiones de hidrocarburos sino también la vigencia de los reclamos de soberanía y el respeto al derecho internacional.
Fuente: El Destape/Redacción TE.
