Vaca Muerta enciende luces rojas. La cantidad de etapas de fractura —el principal termómetro de la actividad en la formación no convencional— volvió a caer en julio y acumula un desplome del 30% en apenas dos meses. La advertencia forma parte de una nota publicada este 1 de agosto por Victoria Terzaghi para el diario Río Negro, donde se detallan los datos más recientes del fracking en la cuenca neuquina y se refleja la tensión creciente en el sector.
De acuerdo al informe elaborado por Luciano Fucello, country manager de NCS Multistage, para la Fundación Contactos Energéticos, en julio se realizaron 1.793 etapas de fractura, lo que representa una baja del 8,89% frente a junio y un derrumbe del 30,71% respecto de mayo, cuando se había alcanzado el récord histórico de actividad.
La producción futura en jaque: sin fractura no hay pozos
En el shale, la actividad no se mide por equipos perforadores, sino por cantidad de fracturas. Menos fracturas, menos pozos nuevos y, en consecuencia, menor producción en los próximos meses. Esta caída ya impacta en lo social: según el Sindicato de Petroleros Privados, hay más de 1.200 despidos y 2.000 trabajadores cesanteados.
Pese a la contracción, el nivel de actividad sigue siendo superior al del año pasado, lo que habla de un ritmo aún alto en términos históricos. Sin embargo, el descenso sostenido prende alarmas en toda la cadena del sector energético.
YPF lidera, pero el mapa operativo se achica
Solo 7 empresas realizaron tareas de fractura en julio. YPF fue responsable de 1.104 de las 1.793 etapas totales, es decir, un 61% de la actividad. La siguieron Vista Energy (217 etapas), Chevron (163), Shell (141), Pan American Energy (116) y Pluspetrol (52). El resto de las compañías no ejecutó fracturas ese mes.
El informe también resalta un dato relevante: si bien la actividad se concentra en Añelo, hubo operaciones en los polos del norte (Rincón de los Sauces) y el sur (zona de Cutral Co), lo que muestra una leve diversificación geográfica de los trabajos.
La crisis se consolida: incertidumbre, inversión congelada y señales de recesión
Desde TecnoEnergía venimos advirtiendo sobre el riesgo de desarticulación del entramado productivo de Vaca Muerta. La falta de incentivos claros, la caída de los precios internacionales, la desregulación improvisada y el freno en obras clave como la reversión del Gasoducto Norte, están generando un escenario de recorte tras recorte.
En ese contexto, el fracking en picada puede ser la primera consecuencia visible de una política energética sin dirección clara, donde las promesas de despegue chocan contra la realidad de la parálisis.
Fuente principal: Nota de Victoria Terzaghi para el diario Río Negro, publicada el 1 de agosto de 2025.
Redacción: TecnoEnergía