La industria petrolera global se encuentra en un momento de transformación profunda, impulsada por presiones de mercado, reducciones de emisiones y la necesidad de mayores eficiencias operativas. En este contexto, un nuevo reporte de la firma de investigación aplicada /q99 — recientemente galardonada con el Premio Sadosky 2025 a Startup del Año — plantea una hoja de ruta para que el sector avance hacia una era tecnológica más inteligente y sostenible.
El documento, titulado “Tecnologías Cuánticas: Estrategias clave y oportunidades para el sector de Oil & Gas”, sostiene que la combinación de datos (DATA), inteligencia artificial (IA) y computación cuántica (QC) ya empieza a generar impactos reales en áreas como la detección de anomalías, la optimización de pozos y la gestión de plantas. Sin embargo, advierte que será la computación cuántica la que permita escalar estos procesos más allá de los límites actuales, acelerando simulaciones y análisis que hoy pueden tardar semanas en completarse.
Expertos señalan que tareas intensivas en datos como la modelización sísmica —que puede superar el petabyte de información— podrían beneficiarse enormemente de estas nuevas herramientas, reduciendo tiempos de cálculo y aumentando la precisión de las predicciones.
Las aplicaciones concretas no terminan ahí. El uso de IA en tiempo real ya está transformando operaciones de perforación y producción, permitiendo anticipar fallas, optimizar sistemas y mejorar la integridad de ductos. Según el informe, integrar IA y QC permitirá gestionar sistemas complejos distribuidos directamente desde el campo, con agentes inteligentes que toman decisiones operativas sin depender exclusivamente de centros de control centralizados.
El reporte también propone un proceso escalonado de adopción tecnológica. Las empresas deben primero organizar sus datos, luego llevar adelante pruebas con IA y, finalmente, incorporar algoritmos cuánticos en casos donde el cómputo tradicional ya no alcanza. Además, proyecta beneficios económicos significativos como reducciones de 20–30% en costos operativos, mejoras del 15–25% en eficiencia energética y menores emisiones de entre 10–20% gracias a mejores modelos predictivos.
Pero esta transformación requiere más que tecnología: exige talento especializado y colaboración entre industria, academia y centros de innovación. Las compañías que logren traducir desafíos energéticos en formulaciones algorítmicas, además de garantizar una gobernanza de datos sólida, estarán mejor posicionadas para competir en la próxima década del sector energético.
En definitiva, el informe concluye que la digitalización ya no es opcional: será clave para la competitividad y la sostenibilidad del Oil & Gas, en un momento en que la industria enfrenta desafíos técnicos y ambientales sin precedentes.
Fuente: Diario Río Negro/Redacción TE.




