La central obrera salió al cruce del Gobierno ante la posibilidad de que el proyecto de reforma laboral incluya la eliminación de la llamada “cuota solidaria” —es decir, el descuento obligatorio para financiar los gremios, incluso con trabajadores no afiliados— y advirtió que no dudará en llevar el conflicto a la Justicia.
Desde su sede en Azopardo 800 confirmaron que, si se aprueba la reforma con ese punto, la CGT activará un plan de acción: convocará movilizaciones, podría impulsar paros y no descartan una paralización de actividades en Vaca Muerta —una de las zonas clave para la producción energética y de divisas del país.
Pese a los esfuerzos de diálogo que se habían desplegado en los últimos meses —incluso a través de la participación de representantes sindicales en el Consejo de Mayo—, los dirigentes cegetistas expresaron su “enorme decepción” con el rumbo del expediente: denuncian “promesas incumplidas” del Gobierno y culpan a los funcionarios de “mentirles” respecto de los puntos centrales de la reforma.
Según fuentes internas de la CGT, la negativa no remite sólo a la cuota: también cuestionan posibles restricciones al derecho de huelga, modificaciones en los convenios colectivos y el debilitamiento del poder de negociación sindical.
Este giro en la estrategia sindical pone en tensión la agenda del Poder Ejecutivo: aunque desde el gobierno afirman que la versión definitiva de la reforma contempla menos cambios estructurales sobre los sindicatos, la puerta a un conflicto mayúsculo sigue abierta hasta que se conozca el texto final.
Fuente: Tiempo Argentino/Redacción TE.




